La Venganza de Don Mendo - 219
- MONCADA
Ha de antiguo la costumbre
mi padre, el Barón de Mies
de descender de su cumbre
y cazar aves con lumbre:
ya sabéis vos como es.
En la noche más cerrada
se toma un farol de hierro
que tenga la luz tapada,
se coge una vieja espada
y una esquila o un cencerro
a fin de que al avanzar
el cazador importuno
las aves oigan sonar
la esquila y puedan pensar
que es un animal vacuno;
y en medio de la penumbra
cuando al cabo se columbra
que está cerca el verderol,
se alumbra, se le deslumbra
con la lumbre del farol,
queda el ave temblorosa,
cautelosa, recelosa,
y entonces, sin embarazo,
se le atiza un estacazo,
se le mata, y a otra cosa.
- MENDO
No
es torpe, no, la invención;
más un cazador de ley
no debe hacer tal acción,
pues oyendo el esquilón
toman las aves por buey
a vuestro padre el Barón.
- MONCADA
Es verdad. No había caido...
Vuestra advertencia es muy justa
y os agradezco el cumplido.
¡El Barón, por buey tenido!...
No me gusta; no me gusta.
Jornada Segunda - La venganza de Don Mendo -
"astracán"de Pedro Muñoz Seca